La reunión citada tuvo lugar el pasado 17 de diciembre en el Cuartel de la Guardia Civil de la zona NO con sede en La Coruña a la que asistieron un comandante del citado Cuerpo y representantes de las Asociaciones Nacional y autonómica de Agentes Medioambientales.
El objetivo mostrado inicialmente para tratar en dicho encuentro, estaba centrado en las últimas agresiones sufridas por Agentes Medioambientales en el ejercicio o con motivo de sus funciones, con la finalidad de reducirlas o prestar mayor atención a las mismas. Aunque la reunión duró algo más de dos horas, resultó curioso, que el tema agresiones no ocupó más de 5 minutos al final de la misma.
Desde el inicio, el Comandante, mostró todo el interés por los incendios en Galicia y las posibles actuaciones para reducirlos (no teníamos muy claro a que se refería, si a la superficie o al número), hasta que le indicamos que a nuestro juicio lo primordial era reducir el número y ahí era donde Agentes Medioambientales y Guardia Civil deberíamos trabajar. Tuvimos la sensación de que en vez de buscar colaboración, su objetivo era el de obtener la máxima información por nuestra parte cada vez que se produjese un incendio forestal.
Quisimos trasmitirle de forma clara algunos matices que nos parecen relevantes como que, tanto la Guardia Civil como la policía autonómica gallega, debían la mayoría de sus “éxitos” a informaciones y colaboraciones de los Agentes Medioambientales. Que siempre se bebía de la misma fuente y que eso tenía que cambiar.
Que en la instrucción de diligencias, en atestados e informes técnicos, los Agentes Medioambientales habían permitido y permiten la firma de los agentes de la Guardia Civil, pero sin conocimiento de una firma conjunta indistintamente como instructor o secretario en sus atestados, a pesar de participar activamente con ellos y siendo pieza fundamental en la resolución de los mismos.
Que la sintonía era buena en la mayoría de los casos, debido a las buenas relaciones de los agentes de uno y otro Cuerpo, pero a nivel de mandos se complica.
Que los Agentes Medioambientales, disponen de información por razón del desempeño de sus funciones, y que los éxitos serían mayores si ésta se completase y fluyese, sobre todo ante individuos con el perfil de incendiario.
Que sería bueno intercambiar y contrastar información en esta materia, pero la realidad imponía que eran rehacios a trasmitirla desde la Guardia Civil, lo que le sorprendió, y comentó que esto mejoraría. Literalmente se le dijo que: “si un Agente Medioambiental se presentaba en un Puesto de la Guardia Civil, buscando ampliar información sobre una persona, sería muy bueno que dispusiese de ella el éxito, al final, sería de los dos cuerpos”.
Quisimos comentarle que la práctica diaria evidenciaba que ha habido casos donde los Agentes Medioambientales, habían cogido in fraganti a incendiarios y que la Guardia Civil se apropiaba de ello, algo habitual también en otros casos y otras Comunidades Autónomas, lo que produce malestar en el colectivo en grado significativo.
Finalmente se le insinuó que en muchas comarcas gallegas, la relación era muy buena con la policía autonómica, por lo que la colaboración iba en aumento.
El Comandante manifestó su disposición a mantener 2 ó 3 reuniones al año, de forma que se pudiese mejorar y pulir lo que se había hablado, diseñar estrategias, etc. A lo cual respondimos en sentido afirmativo.
No quisimos terminar la reunión sin hacer mención al proceder de algunos agentes de la Guardia Civil que han identificado y denunciado por el uso del teléfono a agentes medioambientales en el desempeño de sus funciones, obviando quizás por desconocimiento el carácter de agente de la autoridad de los Agentes Medioambientales, o bien lo que la normativa vigente impera sobre la materia. Se tomó nota de ello.
Antes de abandonar la sede de la reunión el Sr. General de la Guardia Civil quiso conocernos y se mantuvo una breve charla de cortesía.