A raíz de la polémica generada por el vídeo de los Agentes Rurales de Cataluña en el cual se mostraba su nuevo protocolo de actuación en inspecciones de caza y teniendo en cuenta las críticas vertidas por la Real Federación Española de Caza, hemos enviado esta carta a su Presidente, cuyo contenido es el siguiente:
A.A. del Sr. Presidente de la Real Federación Española de Caza,
D. Ángel López Maraver
Desde la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (AEAFMA), hemos tenido conocimiento, a través de varios medios de comunicación, del malestar generado en el colectivo que Ud. representa tras la publicación de un video por parte de la Generalitat de Cataluña en el cual se hacía público un nuevo protocolo de inspección de la actividad cinegética del Cuerpo de Agentes Rurales.
En primer lugar, y teniendo en consideración la carta enviada por la federación Catalana de Caza al Gobierno de Cataluña, queremos manifestarles nuestro total desacuerdo con su interpretación de que la intención del video en cuestión o la consecuencia del mismo sea la supuesta "criminalización" del colectivo de cazadores. Desde esta organización entendemos que el control de la actividad cinegética es una de nuestras más históricas e importantes funciones, manteniendo desde tiempos inmemoriales un trato cercano y respetuoso con el colectivo cazador.
Dicho lo anterior, el trágico acontecimiento de Aspa marca un antes y un después en el colectivo de Agentes Forestales y Medioambientales de España, como terrible culmen de una escalada de inseguridad creciente en el colectivo desde hace años, que viene precedido por infinidad de agresiones y episodios de amenazas de diversa índole en todo el territorio del Estado. Como en cualquier otra profesión, el empresario, en este caso la Administración, está en la obligación de adoptar las medidas encaminadas a minimizar los riesgos a los que se expone el agente en cada tipo de servicio. Si bien es cierto que las intervenciones de control de la actividad cinegética no son las únicas en las que se han detectado agresiones, amenazas o intimidaciones a los Agentes Forestales, Rurales o Medioambientales, es evidente que la caza es una actividad intrínsecamente de muy alto riesgo, por la simple mediación de armas de gran potencia de fuego, a diferencia de otro tipo de actividades, lo cual no significa, en ningún caso, que los cazadores y cazadoras sean presuntos delincuentes o se les trate como tal.
En esta Asociación Profesional tenemos como objeto principal mejorar la seguridad en la cual los Agentes Forestales desarrollan su servicio, objetivo para el que hemos mantenido multitud de reuniones con representantes tanto del Gobierno Estatal como de los Autonómicos. Como bien dice en su carta la federación Catalana de Caza, los Agentes Forestales y Medioambientales, como cualquier otro cuerpo policial, deben poder ejercer sus funciones con total seguridad. En ese sentido, AEAFMA viene reivindicando desde hace años una serie de medidas y medios de seguridad tanto activa como pasiva, entre las que se encuentran los protocolos de actuación, la difusión pública de su imagen como Agentes de la Autoridad, la dotación de una imagen corporativa adecuada (mejoras en uniformidad, vehículos…) así como la asignación de una escala de medios de defensa proporcionales al servicio a prestar, entre las cuales se encuentran las armas de fuego de dotación.
Sin duda alguna, en el caso de actividades en las cuales se haga uso de armas de fuego, la proporcionalidad, concepto clave en cualquier intervención policial, determina que el agente tenga que ir armado. Dicho lo anterior, entendemos que el arma usada por los Agentes Rurales puede no ser la más adecuada, por ser un modelo obsoleto, precario y de escasa versatilidad, pero es la única de la que a día de hoy disponen y, por lo tanto, la única que pueden portar para aumentar su seguridad.
Cuando se establece un protocolo en una actividad, se busca sistematizar una actuación, no sólo para conseguir los fines buscados de forma eficaz y eficiente (que en este caso no son otros que la correcta ejecución del control que realiza de oficio el personal de la Administración competente; inspección, control, información y llegado el caso una posible intervención ante infracciones administrativas o penales), sino igualmente de forma segura tanto para los inspeccionados, los agentes actuantes y otras personas, animales o bienes. Asimismo, no se pueden tener en cuenta solamente las situaciones que discurren en la normalidad, respeto y cumplimiento de la normativa, sino que deben prevenir y preparar ante hipotéticas derivadas en situaciones de ilegalidad, escalada de tensión, violencia, amenaza, cooperación de terceros, etc… Sin entrar a analizar de forma pormenorizada el protocolo en cuestión, en sus aspectos técnico-operativos, o las posibles mejoras o alternativas al mismo, a nuestro juicio queda patente que el protocolo abunda en muchos de los aspectos necesarios y destacados en materia de seguridad, por lo que sin generar ningún perjuicio o menoscabo real a ninguna de las partes, proporciona seguridad real tanto a los Agentes actuantes como a los propios inspeccionados. Asimismo se destaca el hecho de que ha sido diseñado con la colaboración de expertos en materia de seguridad en la intervención policial.
Desde la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales, del mismo modo que esta asociación respeta al colectivo cazador y que realiza la actividad dentro de la legalidad, le instamos a que se retiren inmediatamente de los medios de la Federación que usted preside las imágenes, comentarios o afirmaciones subjetivas como “...que trata al cazador como si fuera un delincuente peligroso” y que no se realicen declaraciones públicas descalificatorias en esta línea, puesto que pueden predisponer de forma muy peligrosa a cazadores a pensar que por parte de los Agentes se realizan en algún modo actuaciones de forma ilegal o abusiva, y se puedan generar corrientes de animadversión contra nuestro colectivo, hecho que puede derivar en peligrosas situaciones de tensión, desobediencia y violencia, durante los servicios a prestar por los Agentes en todo el Estado, y que para nada beneficiaría el normal desarrollo de la actividad. Hacemos patente este aspecto ya que se han detectado por parte de esta asociación multitud de insultos, faltas de respeto y consideración a través de diversos foros de soporte digital tras la difusión del video en cuestión y el posicionamiento público de las Federaciones de Caza.
Es difícilmente comprensible que algunas semanas antes a la aparición de este video, fuese difundido otro muy similar por parte del colectivo de Mossos d,Esquadra. En aquella ocasión, además del arma corta que portaban ambos agentes, el Mosso que daba cobertura a la actuación portaba un subfusil H&K en posición de guardia durante toda la intervención. En aquel caso no hubo por su parte una disconformidad pública de las Federaciones de Caza, hecho que también ha generado cierto malestar entre los Agentes Forestales, al parecer que pueda tratarse más de una cuestión corporativa que de un desacuerdo con el protocolo a seguir en la actuación.
En último lugar manifestarle que para la organización a la cual represento resulta clave y de especial interés el respaldo del colectivo cazador y de las organizaciones que lo representan para que las Administraciones Públicas doten a los y las Agentes Forestales de las medidas y medios necesarios para mejorar la seguridad en la cual a día de hoy nos vemos obligados a prestar un servicio público indispensable. Las agresiones físicas han venido aumentando exponencialmente durante los últimos años y es tiempo de adoptar las medidas necesarias para minimizarlas. Para ello es necesario contar con los más modernos medios y con protocolos de actuación supervisados por profesionales expertos en esta materia, cuestión para la que esperamos y deseamos contar con su apoyo. Quedamos a su entera disposición para mantener los contactos necesarios para buscar puntos de encuentro.
Sin otro particular,
Reciba un cordial saludo.
Rubén Cabrero
Presidente AEAFMA