AEAFMA, como asociación profesional del colectivo de agentes que trabajan para proteger el patrimonio natural, la biodiversidad y la fauna silvestre, considera necesario presentar algunas alegaciones al Anteproyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales además de reclamar su participación como profesionales expertos en la protección del medio ambiente.
La nueva normativa de protección animal surge ante una mayor sensibilización por parte de la ciudadanía ante la necesidad de garantizar el bienestar de todos los animales. Pero desde AEAFMA se señala la necesidad de armonizar los puntos recogidos en el anteproyecto de ley de protección, derechos y bienestar de los animales con la extensa normativa ya existente en materia de conservación de la naturaleza y de los animales silvestres.
Bienestar animal sí pero con conocimiento. Para proteger la naturaleza son necesarias leyes que se ajusten a las necesidades del propio entorno natural.
Partiendo del interés por lograr el bienestar de todos los animales, su protección y la ausencia de maltrato sobre los mismos, no podemos equiparar la situación y regulación de los animales de compañía u objeto de posesión humana, a la de los animales silvestres, ya que estos viven bajo sus propias leyes, las que marca el ecosistema y el entorno natural que les rodea.
El equilibrio entre la protección de unos y la indefensión de otros
La regulación de determinados aspectos que impliquen una mayor protección de gatos y otros animales objeto de posesión humana no puede hacerse a costa de la indefensión y el daño a cientos especies, muchas de ellas protegidas, de otros animales silvestres.
La regulación de estas cuestiones en espacios urbanos, no tiene nada que ver con la misma en espacios rurales – naturales, no digamos ya en espacios naturales protegidos por ley. Sin tener en cuenta estos aspectos podríamos provocar desequilibrios con nefastas consecuencias.
Si se pretende hacer una ley de protección animal, en el sentido amplio de la palabra y no solo dedicada a los animales de compañía u objeto de posesión humana, se debe contar con la voz y la participación de expertos en materia de conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas naturales.
Los y las Agentes Forestales y Medioambientales seguiremos desarrollando nuestro trabajo en el medio rural y natural en defensa de los animales, atendiendo de la mejor manera posible a aquellos animales abandonados que encontremos, pero también controlando la introducción y proliferación de especies exóticas que puedan suponer un desequilibrio y afectar gravemente a los animales silvestres, así como vigilando su bienestar y que no sufran daños o pérdidas por caza furtiva, vandalismo u otros ilícitos en materia medioambiental.