Fuente: El Correo
La joven águila pescadora, tras ser soltada en Urdaibai, desapareció en Almería, víctima de un depredador
A mediados de septiembre, eran soltadas desde Urdaibai un grupo de 5 ejemplares de Águila pescadora dentro del proyecto de recuperación que se está llevando a cabo por Urdaibai Bird Center y la Diputación Foral de Bizkaia, junto con la participación del Gobierno vasco.
Las evoluciones de estas hermosas rapaces podían seguirse, en su migración hacia África, a través de internet desde nuestras casas. Y comprobar si consiguen superar todos los obstáculos y llegan a su destino invernal situado con toda probabilidad en la costa Occidental del África subsahariana. Se les había puesto nombres de descubridores como Malaspina, Elcano, Humboldt, Darwin y a la última una denominación con resonancias alavesas, Iradier.
La bandada debía sobrevolar valles, montes, atravesar extensos desiertos e incluso mares con fuertes vientos para poder llegar a su ansiado destino, África. También se tienen que enfrentar a barreras humanas como la caza furtiva, los tendidos eléctricos, los parques eólicos con sus decenas de aerogeneradores o los propios depredadores salvajes.
Las historia de los cinco conquistadores comenzó a principios de julio cuando un equipo de voluntarios y personal especializado, con permiso del Gobierno escocés, capturó estos ejemplares en las Highlands, en Escocia. Desde Aberdeen los ejemplares viajaron en avión hasta Madrid, vía Londres, y desde allí fueron transportadas hasta Urdaibai.
Una vez libres, aquellos pocos que superen los peligros de su primer viaje migratorio, permanecerán en África al menos dos inviernos consecutivos y, en caso de sobrevivir, retornarán para reproducirse a partir de su tercer año de vida. Esto era la teoría porque algunos de sus transmisores no envía buenas señales.
Por el cielo alavés
Nada más dejar el estuario de Urdaibai, las cinco aves tomaron rumbo sur para sobrevolar Álava. Elcano surco el cielo de Ayala y Orduña, Humboldt, el parque natural del Gorbeia, la Llanada, Treviño y la sierra de Cantabria, mientras que Darwin, Malaspina e Iradier sobrevolaron el embalse de Ullibarri Gamboa, la Llanada, Izki y la Rioja Alavesa.
Tras dejar el cielo alavés, cada uno tomó un rumbo, aunque el viaje de algunos de ellos terminaría poco después. El 22 de septiembre un tendido eléctrico se puso en el camino de Darwin y cayó sobre suelo riojano, no demasiado lejos de Logroño.
El día siguiente, martes 23 de septiembre, llegaron malas noticias de la joven águila Iradier. Después de unos días recibiendo señal en el mismo punto, todo indicaba que había sido depredada sin llegar siquiera a alcanzar el continente africano.
El viaje de Iradier es el que realizan estas especies. Tras cruzar gran parte de la Península alcanzó el norte de Almería el 13 de septiembre. El satélite indicó que tanto esa noche, como la siguiente, estuvo en la misma zona, lo cual era un poco raro y empezó a preocupar a los expertos que la siguen. Poco después el satélite indicó que la batería estaba fallando.
Tras una petición de ayuda los Agentes Forestales de la Junta de Andalucía rastrearon el monte en busca de algún indicio del ejemplar. Finalmente dieron con un gran número de plumas de Águila pescadora aunque no encontraron el cadáver ni el transmisor. Ello lleva a la conclusión de que Iradier seguramente fue abatido por un depredador que después de capturarlo lo transportó hasta su guarida, razón por la que, al quedar inactiva su célula fotoeléctrica, la batería finalmente falló.
Presa de un búho real
El águila pescadora puede ser depredada por algunos mamíferos, tales como el zorro o la marta, pero fundamentalmente tienen un gran enemigo: el búho real. Las plumas que encontraron los Agentes Forestales en el campo no estaban mordidas, sino arrancadas, señal inequívoca de que el cazador había sido una rapaz. Una de las poblaciones de búho real más importantes de España se da en los montes de Almería, por lo que todo apunta a esta especie como responsable de la muerte de Iradier.
Al iniciar el programa de recuperación de la especie se sabía, porque así se ha demostrado con el anillamiento de miles de ejemplares en toda Europa, que la mortalidad es muy alta, cercana al 80 % en los primeros dos años de vida. También se conoce que los períodos migratorios, tanto cuando las águilas se dirigen hacia África como cuando vuelven a Europa para reproducirse, son los momentos más críticos de la vida de los jóvenes ejemplares. Por eso el programa de recuperación del Águila pescadora en Urdaibai tiene previsto la liberación de un mínimo de 60 ejemplares, con el objetivo de conseguir que unos pocos sobrevivan para retornar al País Vasco y reproducirse. Aún sabiendo que la Naturaleza es así, conocer casi en directo que una de nuestras águilas ha muerto porque le han fallado las fuerzas o porque se ha topado con un depredador siempre resulta un poco triste para todos, especialmente para el equipo del Urdaibai BirdCenter.
Humboldt, Malaspina y Elcano
De los otros tres ejemplares puestos en libertad se sabe que el transmisor de Elcano no envía señal desde hace unas semanas cuando el animal estaba cerca de Saucelle, pequeño pueblo salmantino cerca de Portugal, en el Parque Natural de Las Arribes del Duero. Aunque se desconoce el motivo del fallo, probablemente se deba a un error en el propio dispositivo.
El transmisor de Malaspina también reportó malas noticias ya que el satélite informa de que no se ha movido de un punto en mitad del Sahara en los últimos días. Ello indica con toda probabilidad que Malaspina ha sucumbido a la dura prueba que supone cruzar este gran desierto que tiene una anchura mínima a franquear de unos 1.500 km, señalan los expertos. El grave riesgo de deshidratación, agravado por vientos muy fuertes que a menudo provocan tormentas de arena dificultan la navegación.
No obstante, la última localización de vuelo recibida el 11 de setiembre indicaba que Malaspina volaba a una altitud extraordinaria de 3.873 m sobre el nivel del desierto, cuando suelen volar hasta los 1.000 metros de altitud. Este detalle podría indicar que tomó altura para intentar evitar una tormenta de arena pero que desafortunadamente no lo consiguió.
Por último, Humboldt, tras cruzar la península, el Mediterraneo y buena parte de África, el pasado 25 de septiembre se encontraba sobre Senegal. Ese día recorrió más de 180 kilómetros sobre el Parque Nacional de Niokolo-Koba como en la jornada anterior. La tarde la pasó en la rivera boscosa del río Gambia, al igual que la noche.