El 27 de mayo dos Agentes de la Comunidad Valenciana tuvieron que prestar declaración ante el juzgado de Vinaroz por una agresión de la que fueron víctimas el 22 de octubre de 2014. A día de hoy el juicio no se ha celebrado aún. Estos Agentes fueron merecedores de un premio por su labor en la persecución de la caza del parany.
Según la declaración de la Agente, lo que debía resultar una jornada más de trabajo vigilando al parany, terminó en una situación violenta de la que a día de hoy esperan que se celebre el juicio. Amenazas, insultos y golpes son, de manera resumida, el hilo conductor de todo lo sucedido aquella aciaga tarde. Dos Agentes de la autoridad a quienes les golpean, amenazan con disparar al “ser confundidos con ladrones”, impiden la identificación de varios individuos, cortan el paso del vehículo oficial…En palabras de la Agente, ella intentó frenar a uno de ellos poniendo su brazo como medida de separación. Al individuo poco le importó el uniforme y las palabras ya que arremetió empujando contra un agente de la autoridad. En esta ocasión, como en tantas otras, se ha dado la situación en la que dos personas que deben velar por la protección del medio ambiente y enfrentarse a un grupo de personas violentas terminan acorraladas.
Al salir del juzgado, tras prestar declaración sobre los hechos acontecidos, los Agentes recibieron un mensaje en el que se les avisaba de que se les concedía un premio internacional por parte de un proyecto internacional. Según cuenta la Agente, en un primer momento su reacción fue de rechazo ya que “le abrumaba y le daba vértigo la exposición mediática”. Pero finalmente cambió de idea al considerar la visibilidad que necesita el colectivo y la oportunidad que el premio le otorgaba para contar su historia.
Por desgracia, probablemente un premio no haga olvidar la mala experiencia vivida, pero quizás sirva, como bien pensó la Agente, para dar a conocer la situación de indefensión en la que a diario miles de compañeros se enfrentan a su trabajo.