Tan fuerte como suena el titular de esta noticia, así es lo que les está ocurriendo a dos Agentes del Medio Natural que han tenido que prescindir de realizar las guardias de incendios forestales por haberse quedado embarazadas. Y como no las hacen, la Consejería de Agricultura (…) no se las paga.
Es una clara discriminación por razón de sexo que ha denunciado el sindicato de la que son afiliadas, SGTEX, y que, en el caso de una de las compañeras, ya va para un año que, los que gestionan esta situación dentro de la Consejería, no han puesto solución alguna. Parece mentira, ni que estuviéramos en el medievo.
Está el caso de los liberados sindicales, que, por no poder compaginar aquéllas con su labor sindical, sí las perciben, sin hacerlas. ¿Las féminas en activo deberían hacer por compaginarlo para recibir dicha gratificación económica?
Es muy injusto y un sin sentido y algo muy retrógrado a estas alturas del siglo XXI en Europa, más si cabe cuando hay sentencias que condenan este tipo de discriminación, y que los servicios jurídicos de la Junta de Extremadura que tienen que valorar este tipo de reclamaciones, son conocedores de ellas.
Ya nos tiene acostumbrada esta Administración forestal a que, cualquier Agente que cause baja laboral por las circunstancias que sea, como por ejemplo en un incendio forestal, no sólo llevará consigo el perjuicio de que, intentando extinguirlo, haya quedado lesionado, además, también, se quedará sin percibir las guardias de incendio que les tenían previamente concedidas a pesar de haber sufrido un accidente laboral en plena campaña en sus labores como Agente de Guardia o Director Técnico de Extinción.
Es una injusticia que a final de campaña, porque un Agente no haya salido indemne de ella, o una Agente haya quedado embarazada durante o antes que aquélla, no puedan recibir unas retribuciones que otros sí las perciben por haber tenido la suerte de salir ilesos o no haber tenido la gracia de quedarse encinta, o no haber sido, cuando ocurrió cualquiera de los dos hechos, un liberado sindical.
Es algo muy embarazoso para su Consejería, ¿no, Ilustrísima Consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, doña Begoña García Bernal?