Es relativamente común el hallazgo en el medio natural de ejemplares de fauna silvestre herida o muerta, principalmente aves y mamíferos. Este hecho cobra especial relevancia cuando se ven afectadas especies protegidas, ya que éstas son especialmente vulnerables ante determinadas actuaciones humanas. Las principales causas de este problema son: electrocuciones o impactos con tendidos eléctricos, disparos, atropellos en vías de comunicación, traumatismos por colisión con vallados, así como la colocación de artes de caza prohibida, tales como lazos, cebos envenenados y jaulas-trampa.
Entre las funciones del Cuerpo de Agentes Forestales se encuentra la recogida de fauna silvestre herida o muerta, encuadrándose esta labor en la más genérica de “Policía, custodia y vigilancia de las especies de fauna silvestre existentes en la Comunidad de Madrid, incluyendo las que son objeto de aprovechamiento cinegético y piscícola; particularmente, de aquellas catalogadas como protegidas”, lo que cobra gran interés frente a dichas especies protegidas (numerosas rapaces, algunos mamíferos) y fauna no cinegética en general. El objetivo fundamental es la recuperación del animal herido, o el esclarecimiento de las causas que acabaron con su vida si se recogió cadáver.