La Dirección General de Política Forestal de la Junta de Extremadura cede ante las presiones de los terroristas y cierra la oficina de los Agentes del Medio Natural en Villanueva de la Vera (Cáceres)

¡Lo consiguieron! ¡Los delincuentes lograron echar a los Agentes del Medio Natural del pueblo!No es una patraña el titular de esta nota de prensa, ni una mala película del oeste donde unos indeseables vándalos consiguen echar al sheriff del pueblo contraviniendo todo final de wéstern americano que se precie en el que los buenos, siempre ganan.

Ha ocurrido en Villanueva de la Vera (Cáceres), al final, gracias a que unos individuos, descontentos con el cumplimiento del deber de los Agentes del Medio Natural de la zona, han estado llevando a cabo actos vandálicos e intimidatorios contra los vehículos de los Agentes de la Autoridad, han conseguido que se cierre la oficina de los mismos de la localidad verata, no sin contar con la complicidad de la propia Dirección General de Política Forestal, adscrita a la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio de la Junta de Extremadura que ha adoptado esta drástica e ilógica medida (con la excusa de proteger a los Agentes y sus vehículos), que va a traer más daño al colectivo (y al medioambiente) que beneficio.

No se les ha ocurrido alquilar o comprar una cochera para que en ella “duerman” los coches oficiales, ni solicitar poner cámaras para poder identificar a los infractores, no, su desacertada respuesta ha sido echar a los “buenos” del pueblo, para que cuatro “malos” campen a sus anchas presumiendo de su hazaña, y alentando así con su ejemplo a otros infractores para que cometan sus mismos actos vandálicos con el fin de echar a la Policía Ambiental Autonómica de otras zonas.

No es la primera vez que la Dirección General de Política Forestal, antes de Medio Ambiente, cambia de plaza a un Agente para que “los malos” no le sigan amenazando, haciendo así que éstos se salgan con la suya: “¡Te dije que te echaría de la finca, y te han echado!”, diría el infractor, en este caso del pueblo, jactándose de su hazaña y pregonándola a los cuatro vientos.

Y, ¿cómo queda el Agente del Medio Natural que ha cumplido en todo momento con su deber a pesar de las amenazas recibidas?, indignado, decaído, menospreciado…, desmotivado para todo lo que le queda de vida laboral.

Pero no sólo los compañeros pierden con esto, también los vecinos de dicha localidad, pues ya no podrán ser atendidos en dichas oficinas para consultas, solicitudes, asesorarles con formularios…

APAMNEX no está de acuerdo con la medida tomada, tan fácil para la Administración, pero tan vejatoria para el Agente, y tan negativa para el ciudadano, por lo que hemos remitido escritos a los diferentes Grupos Parlamentarios de la Asamblea de Extremadura, e incluso al señor Presidente de la Junta de Extremadura, mostrándoles nuestra indignación.

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