Asosiación Española de Agentes Forestales y MedioambientalesAsosiación Española de Agentes Forestales y Medioambientales

Fuente: Hoy

LOS AGENTES FORESTALES Y LA GOTA QUE COLMÓ EL VASO
Lo último que ha provocado el descontento ha sido la instrucción sobre jornadas de atención y descanso en incendios, contraviniendo todas las normativas así como las recomendaciones del Comité de Lucha contra Incendios

Hartos de la situación en la que se encuentranLos agentes del medio natural, funcionarios de policía administrativa ambiental adscritos a la Junta de Extremadura, cada vez estamos más descontentos por la situación en la cual nos encontramos. Nos sentimos un colectivo tercermundista en relación a la mayoría de las comunidades autónomas, no solo en medios, sino también en las contravenciones a las leyes laborales a las que nos vemos sometidos, como si de un gobierno autoritario se tratase, donde impera el ordeno y mando en perjuicio de los trabajadores, sin ninguna negociación sindical, y coaccionándonos una y otra vez con abertura de expedientes disciplinarios.

A la situación de notoria inseguridad a la hora de realizar nuestro trabajo (inexigencia de servicios en pareja, identificación de nuestra filiación particular a personal externo a la Administración pública, vehículos viejos inseguros, carencia de rotativos V1 de alta visibilidad, de protocolos de seguridad y autodefensa, de medios de autodefensa activos y pasivos, etc.), se une el que la Administración extremeña se niega a reconocernos la penosidad y peligrosidad en nuestro trabajo.

Es ilógico pensar que unos servicios en muchas ocasiones con temperaturas bajo cero o superiores a 40º C, por terrenos abruptos, en la extinción de incendios forestales, o de enfrentamiento contra furtivos, no sean situaciones penosas o peligrosas, como así lo tienen reconocido otros similares colectivos.

Igualmente el que pongan trabas a sacar oposiciones para nuestra profesión, justificándose en que no reconocen tampoco el grupo de adscripción al que tenemos derecho estar incluidos, el B, según les obliga tanto el Estatuto Básico del Empleado Público como la Ley de Función Pública extremeña, ocasiona que en la actualidad existan alrededor de 80 vacantes de agentes del medio natural en una Extremadura extremadamente rica en patrimonio natural, el más importante tanto de España como de Europa.

Esto ocasiona que los agentes llevemos más zonas a la hora de realizar nuestro servicio, perjudicando a la vigilancia efectiva de dicho patrimonio e incumpliéndose igualmente los plazos con los efectos negativos que lleva ello para los administrados.

Asunción de competencias propias de los agentes por empresas públicas o privadas; instrucciones a los agentes de personal ajeno a la Administración pública; asignaciones presupuestarias a empresas privadas en trabajos que podemos realizar los agentes (con el consiguiente despilfarro de las arcas públicas extremeñas). Todo ello, obviando mucha de la normativa laboral que al efecto está aprobada, y diversas sentencias referentes a la externalización de la función pública, mina considerablemente nuestra motivación en nuestro trabajo.

No reconocimiento de las horas de disponibilidad en las guardias de incendio como de horas de trabajo efectivo haciendo caso omiso a la reciente sentencia del TSJUE; atención a incendios, no encontrándonos de guardia, fuera de la jornada laboral imposibilitando, por lo tanto, conciliar la vida familiar; amenazas de apertura de expedientes disciplinarios si no se acatan estas injustas instrucciones…

Pero la gota que ha colmado el vaso ha sido la instrucción reciente referente a jornadas de atención y descanso en incendios, contraviniendo todas las normativas que al efecto existen (Estatuto de los Trabajadores, Ley de Función Pública, Decreto sobre Jornadas y Horarios…) así como las recomendaciones del Comité de Lucha contra Incendios, máximo organismo asesor en esta materia dependiente del MAPAMA.

Haciendo caso omiso a las denuncias presentadas por sindicatos y funcionarios, poniendo en grave peligro además, no solamente la seguridad de los agentes, sino la de todo el personal a su cargo pues entre sus funciones está la de la Dirección Técnica de los trabajos de extinción.

Un agente extenuado, no sólo por las largas jornadas de servicio y de extinción, sino también por las exiguas de descanso, no puede dirigir los trabajos de extinción ni ordenar conscientemente a personal alguno en los mismos, pudiendo causar un grave accidente con pérdida de vidas humanas.

Si a esto se une que se están negando las vacaciones de forma ilegal a todos los agentes que las han solicitado de acuerdo a la norma, se genera el perfecto caldo de cultivo para una justificada desmotivación, enojo y tensión dentro del colectivo.

Se viene solicitando desde hace años por todas las centrales sindicales la constitución de una Mesa Técnica para tratar todos estos asuntos, pero la Administración extremeña pone siempre trabas prologándola en el tiempo.

Gran parte de las reivindicaciones aquí recogidas han sido firmadas, hasta la fecha, por más del 50% del colectivo con el fin de dirigir un manifiesto a la Consejera de Medio Ambiente y Rural, Política Agraria y Territorio, apelando a su buen juicio para que de una vez por todas se solucionen todos estos graves problemas que nos atañen antes de que, por culpa de sus mandos intermedios, se ponga definitivamente en peligro no solo la conservación de nuestro rico patrimonio natural, sino también la vida de sus trabajadores.

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