Fuente: Las Provincias
Vigilar el monte, profesión de riesgo
El vehículo de un Agente Medioambiental pierde una rueda en plena patrulla El técnico salió ileso pero el siniestro recuerda las deficiencias de los coches con dos décadas de antigüedad y la falta de medios del cuerpo
Parecía un día cualquiera. Una jornada más con un coche que tiene más de veinte años y ronda los 300.000 kilómetros. Pero no lo fue. Un Agente Medioambiental de la Generalitat que presta su servicio en la Marina Alta se llevó hace unos días un susto de muerte mientras realizaba sus tareas habituales.
Según explica, regresaba de su trabajo con el vehículo, que según la matrícula fue adquirido a mediados de los años 90, cuando se le salió sin previo aviso la rueda delantera derecha. Afortunadamente, según relata, no iba muy rápido y pudo controlar el coche sin que colisionara con ningún otro.
Si el accidente hubiera ocurrido unos kilómetros antes, las consecuencias podrían haber sido bien distintas. El Agente Medioambiental había estado trabajando en zonas y pistas de montaña mucho más escarpadas.
La rueda que se salió del vehículo en marcha estuvo rodando por la carretera. Uno de los coches consiguió esquivarla tras realizar una maniobra, mientras que otro tuvo que frenar para no llevársela por delante, recuerda el accidentado.
Los agentes medioambientales, cuerpo dependiente de la Generalitat Valenciana, han denunciado en numerosas ocasiones que están realizando sus trabajos en vehículos que tienen 25 años de antigüedad con más de 300.000 kilómetros a sus espaldas. En este sentido, señalan que los coches no disponen tampoco de ningún elemento de seguridad activa o pasiva como Airbag o ABS y la tasa de emisiones de CO2, NOX y SOX y partículas en suspensión son un 90% superiores a los actuales diésel.
Las mismas fuentes señalan que en los próximos días está prevista la entrega de nuevos vehículos adquiridos por la Conselleria de Medio Ambiente la pasada legislatura. Serán los primeros que lleven incorporadas las luces de emergencia, otras de las demandas del colectivo que todavía no se ha cumplido.
Desde la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de la Comunitat denuncian que a todo ello se une el desgaste del material, la falta de uniformes o los teléfonos obsoletos.
Uno de los puntos que más disgusta al colectivo es lo que consideran menosprecio y ninguneo por parte de la Conselleria de Medio Ambiente. En este sentido, lamentaron que quedara incumplida la promesa para la redacción de una ley que regular todo lo concerniente al colectivo.