El aljibe se encuentra junto a la playa de Pedro Barba, en una zona frecuentada por turistas y familias con niños, y no solo supone un peligro para la seguridad de las personas, sino también para la fauna de la zona.
Los Agentes de Medio Ambiente han puesto en conocimiento de las administraciones competentes la situación en varias ocasiones, sin que se haya hecho nada por resolver el problema.
Desde la Asociación de Agentes Forestales y de Medio Ambiente de Canarias (AFMACAN), lamentamos la situación que se está viviendo en torno a un aljibe ubicado en la zona de Pedro Barba, en La Graciosa, cuyo estado actual hace que esta infraestructura suponga un peligro para las personas y un lugar frecuente de muerte de aves silvestres protegidas. No entendemos la parálisis de la administración para resolver un problema que ya ha sido puesto en conocimiento por parte del Cuerpo de Agentes de Medio Ambiente de Canarias y por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. Esperamos que no haya que lamentar una desgracia para que, finalmente, se ponga solución a este problema.
Desde el año 2015, Agentes de Medio Ambiente vienen denunciando la situación de este aljibe que se encuentra en la zona de Pedro Barba, y en el que se produjo el hundimiento del techo. Desde entonces, se han producido varios incidentes con muerte de avifauna en el lugar, algunas de especial relevancia, como la de un Águila Pescadora y un Halcón de Eleonora, conocido por los lugareños como "Aleta", especies altamente protegidas y amenazadas. Además, el aljibe se encuentra próximo a las viviendas vacacionales de Pedro Barba, localidad que es visitada por decenas de familias, muchas de ellas con niños pequeños, fundamentalmente en periodos vacacionales.
Con el paso del tiempo, la situación del aljibe, lejos de mejorar, ha empeorado. La infraestructura carece de cualquier vallado o cierre perimetral que permita acercarse y su techo ha continuado desmoronándose hasta completar una abertura de unos 35 m2. Desde la estructura hundida hasta el agua existe una altura de 1,3 metros, teniendo una profundidad de más de un metro, llegando a veces a los dos metros, lo que implica que la caída de cualquier persona (no digamos de un niño o un animal) puede ser fatal debido a la inexistencia de escalera ni otra forma de salir. Además, en la zona no hay ningún cartel que advierta del peligro.
En su momento, para intentar evitar la situación de riesgo para los animales y las personas, se colocó una antigua red de pescadores que se encontraba en la zona. Sin embargo, debido a la ausencia de anclajes, estas redes han caído y en la actualidad incluso provocan que animales queden enredados en las mismas, tal y como ocurrió con un ejemplar de cernícalo.
En AFMACAN no entendemos como un problema de esta índole no ha podido ser resuelto en varios años, pese a los informes y el trabajo de denuncia de los agentes de la autoridad ambiental. Por ello, demandamos que se ponga solución al problema, dotando a la zona de las medidas de seguridad necesarias para evitar el riesgo para las personas y acabar con la muerte de especies de fauna protegida.